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viernes, 4 de enero de 2013

Elemento albahaca


Si hay aromas que representan un buen momento en la vida familiar es la dichosa ALBAHACA, acompaña un sinfín de comidas. 

¿Quién no se tentó con hincarle los dientes, cuando se la ve y se la huele ahí tentadora en el puesto de la verdulería?

Les confieso que fuí tentada más de una vez, y siempre vengo de los mandados con algo más, mi preciosa planta de albahaca.

Como la conservamos y retenemos sus sabores y olores:

Es común guardarla para la época de frío, cortada con el cuchillo chiquitita y con un poco de ajo cubierta de aceite, así ví una de las primeras veces a mi yerno Damián, y me dí cuenta que corría sangre tana por sus venas.

Pero la forma más práctica de guardarla, también me la enseñó Damián, y me lo dijo tal cual es el, muy práctico: 

“Las lavás, las secás bien y las guardás en el freezer, y las sacás 

cuando la necesitás”




MARAVILLA de consejo, ya que me lo brindó en el momento apropiado,  justo  cuando se estaba acabando el verano, y mis plantas de albahaca no duraban en la maceta.




Ahora puedo perfumar cualquier comida:


Sopas.

Puré

Caprese, o cualquier tipo de ensalada

Pancitos con aceite y albahaca, y porque no acompañado de un quesito suave

Salsas (en otro momento haremos un paréntesis solo para salsas)

Etc .…y hasta un rico té digestivo.